Fantasma
Descripción
Quienes dicen haberlos visto los describen como siluetas o sombras monocromas, por lo general oscuras o blanquecinas, más bien difuminadas, nebulosas o antropomórficas, de carácter inmaterial y trasparentes, que flotan y pueden no estar completas o no tener rasgos definidos ni rostro; pero también y más raramente aparecen opacos, de cuerpo entero y con apariencia humana normal. Algunos parapsicólogos afirman que cuando se mueven adoptan la apariencia de esferas de luz u orbes, que supuestamente han sido filmados saliendo o entrando a través de paredes; en realidad, podría tratarse de rods, artefactos, motas de polvo, insectos o ilusiones ópticas producidas por pareidolia, apofenia o cualquier otro prejuicio cognitivo.Algunos parapsicólogos defienden la hipótesis de que la aparición del fantasma no suele sobrepasar unos pocos segundos, raramente llega al minuto; cuando ocurre, se supone que la temperatura baja sensiblemente; pueden acompañarlos aromas penetrantes, golpes, ruidos (generalmente pasos), música o voces que pueden grabarse magnetofónicamente (los llamados fenómenos electrónicos de voz, mal llamados psicofonías), aunque cada uno de estos fenómenos puede darse también separada y aisladamente. Su aparición supuestamente provoca a veces en los seres humanos decaimiento, opresión o cefaleas; en los lugares y en el momento de su manifestación estos parapsicólogos dicen haber medido una carga electromagnética inusual.1 Se afirma también que en los lugares que frecuentan los fantasmas a menudo se descargan las baterías de los aparatos eléctricos destinados a captarlos o se apagan las luces, lo que se debería a que los fantasmas manipulan (absorben, y menos frecuentemente expulsan) una cierta energía cinética (en forma de movimientos de objetos, frío o calor) o electromagnética, o están relacionados de algún otro modo con distorsiones en las mismas; en este sentido, algunos experimentos, como los diseñados por el doctor Michael Persinger, han logrado reproducir fantasmas (o más bien tulpas o ideoplastias) por medio de leves corrientes electromagnéticas sobre el lóbulo temporal del cerebro y han intentado relacionarlos con entornos geológicos concretos de materiales transductores y fenómenos como la piezoelectricidad. Con fundamento en estas investigaciones, algunos mecanismos tecnológicos han sido diseñados para transformar estas distorsiones electromagnéticas en sonido, con la sorpresa de que se reproduce un lenguaje humano coherente y consciente, que responde a preguntas. Aseguran también que es un
Descripción
Quienes dicen haberlos visto los describen como siluetas o sombras monocromas, por lo general oscuras o blanquecinas, más bien difuminadas, nebulosas o antropomórficas, de carácter inmaterial y trasparentes, que flotan y pueden no estar completas o no tener rasgos definidos ni rostro; pero también y más raramente aparecen opacos, de cuerpo entero y con apariencia humana normal. Algunos parapsicólogos afirman que cuando se mueven adoptan la apariencia de esferas de luz u orbes, que supuestamente han sido filmados saliendo o entrando a través de paredes; en realidad, podría tratarse de rods, artefactos, motas de polvo, insectos o ilusiones ópticas producidas por pareidolia, apofenia o cualquier otro prejuicio cognitivo.Algunos parapsicólogos defienden la hipótesis de que la aparición del fantasma no suele sobrepasar unos pocos segundos, raramente llega al minuto; cuando ocurre, se supone que la temperatura baja sensiblemente; pueden acompañarlos aromas penetrantes, golpes, ruidos (generalmente pasos), música o voces que pueden grabarse magnetofónicamente (los llamados fenómenos electrónicos de voz, mal llamados psicofonías), aunque cada uno de estos fenómenos puede darse también separada y aisladamente. Su aparición supuestamente provoca a veces en los seres humanos decaimiento, opresión o cefaleas; en los lugares y en el momento de su manifestación estos parapsicólogos dicen haber medido una carga electromagnética inusual.1 Se afirma también que en los lugares que frecuentan los fantasmas a menudo se descargan las baterías de los aparatos eléctricos destinados a captarlos o se apagan las luces, lo que se debería a que los fantasmas manipulan (absorben, y menos frecuentemente expulsan) una cierta energía cinética (en forma de movimientos de objetos, frío o calor) o electromagnética, o están relacionados de algún otro modo con distorsiones en las mismas; en este sentido, algunos experimentos, como los diseñados por el doctor Michael Persinger, han logrado reproducir fantasmas (o más bien tulpas o ideoplastias) por medio de leves corrientes electromagnéticas sobre el lóbulo temporal del cerebro y han intentado relacionarlos con entornos geológicos concretos de materiales transductores y fenómenos como la piezoelectricidad. Con fundamento en estas investigaciones, algunos mecanismos tecnológicos han sido diseñados para transformar estas distorsiones electromagnéticas en sonido, con la sorpresa de que se reproduce un lenguaje humano coherente y consciente, que responde a preguntas. Aseguran también que es un hecho muy frecuente y previo a su aparición un cambio físico o psíquico en el entorno en que se manifiesta; el más corriente son obras de reforma de una casa antigua, un nuevo habitante en la misma, etcétera. Si se trata de un cambio anímico, suele ser un hecho emotivo y/o trágico: el fallecimiento reciente de un familiar o el nacimiento de un familiar, un cambio hormonal (adolescencia, climaterio, menopausia), algo en todo caso emocionalmente significativo. Se trata de las llamadas apariciones críticas. A veces concurren ambos hechos.
Como las leyendas etiológicas, los fantasmas se creen ligados a un lugar. Se afirma que algunas veces han sido vistos y grabados traspasando muros sólidos, y que algunos pueden mover o transportar objetos de leve peso, pero siempre por poco tiempo. Supuestamente, obedecen a las leyes de la perspectiva según el punto del espacio desde el que se los contempla; muchos parecen sólidos y opacos, por lo que pueden ser filmados, se reflejan en los espejos y producen ruidos sincronizados con sus movimientos (pasos, etc). Generalmente dan la impresión de ser tan reales como las personas vivas, aunque sólo durante un periodo de tiempo muy breve.
hecho muy frecuente y previo a su aparición un cambio físico o psíquico en el entorno en que se manifiesta; el más corriente son obras de reforma de una casa antigua, un nuevo habitante en la misma, etcétera. Si se trata de un cambio anímico, suele ser un hecho emotivo y/o trágico: el fallecimiento reciente de un familiar o el nacimiento de un familiar, un cambio hormonal (adolescencia, climaterio, menopausia), algo en todo caso emocionalmente significativo. Se trata de las llamadas apariciones críticas. A veces concurren ambos hechos.
Como las leyendas etiológicas, los fantasmas se creen ligados a un lugar. Se afirma que algunas veces han sido vistos y grabados traspasando muros sólidos, y que algunos pueden mover o transportar objetos de leve peso, pero siempre por poco tiempo. Supuestamente, obedecen a las leyes de la perspectiva según el punto del espacio desde el que se los contempla; muchos parecen sólidos y opacos, por lo que pueden ser filmados, se reflejan en los espejos y producen ruidos sincronizados con sus movimientos (pasos, etc). Generalmente dan la impresión de ser tan reales como las personas vivas, aunque sólo durante un periodo de tiempo muy breve.
Los fantasmas (del griego φάντασμα, "aparición"), en el folclore de muchas culturas, son supuestos espíritus o almas desencarnadas
de seres muertos (más raramente aún vivos) que se manifiestan entre los
vivos de forma perceptible (por ejemplo, tomando una apariencia
visible, produciendo sonidos o aromas o desplazando objetos —poltergeist—),
principalmente en lugares que frecuentaban en vida, o en asociación con
sus personas cercanas. Constituye uno de los tipos más conocidos de superstición.
Descripción
Quienes dicen haberlos visto los describen como siluetas o sombras
monocromas, por lo general oscuras o blanquecinas, más bien difuminadas,
nebulosas o antropomórficas, de carácter inmaterial y trasparentes, que
flotan y pueden no estar completas o no tener rasgos definidos ni
rostro; pero también y más raramente aparecen opacos, de cuerpo entero y
con apariencia humana normal. Algunos parapsicólogos afirman que cuando
se mueven adoptan la apariencia de esferas de luz u orbes, que supuestamente han sido filmados saliendo o entrando a través de paredes; en realidad, podría tratarse de rods, artefactos, motas de polvo, insectos o ilusiones ópticas producidas por pareidolia, apofenia o cualquier otro prejuicio cognitivo.
Algunos parapsicólogos defienden la hipótesis de que la aparición del
fantasma no suele sobrepasar unos pocos segundos, raramente llega al
minuto; cuando ocurre, se supone que la temperatura baja sensiblemente;
pueden acompañarlos aromas penetrantes, golpes, ruidos (generalmente
pasos), música o voces que pueden grabarse magnetofónicamente (los
llamados fenómenos electrónicos de voz, mal llamados psicofonías),
aunque cada uno de estos fenómenos puede darse también separada y
aisladamente. Su aparición supuestamente provoca a veces en los seres
humanos decaimiento, opresión o cefaleas; en los lugares y en el momento
de su manifestación estos parapsicólogos dicen haber medido una carga
electromagnética inusual.1
Se afirma también que en los lugares que frecuentan los fantasmas a
menudo se descargan las baterías de los aparatos eléctricos destinados a
captarlos o se apagan las luces, lo que se debería a que los fantasmas
manipulan (absorben, y menos frecuentemente expulsan) una cierta energía
cinética (en forma de movimientos de objetos, frío o calor) o
electromagnética, o están relacionados de algún otro modo con
distorsiones en las mismas; en este sentido, algunos experimentos, como
los diseñados por el doctor Michael Persinger, han logrado reproducir fantasmas (o más bien tulpas o ideoplastias) por medio de leves corrientes electromagnéticas sobre el lóbulo temporal del cerebro y han intentado relacionarlos con entornos geológicos concretos de materiales transductores y fenómenos como la piezoelectricidad.
Con fundamento en estas investigaciones, algunos mecanismos
tecnológicos han sido diseñados para transformar estas distorsiones
electromagnéticas en sonido, con la sorpresa de que se reproduce un
lenguaje humano coherente y consciente, que responde a preguntas.
Aseguran también que es un hecho muy frecuente y previo a su aparición
un cambio físico o psíquico en el entorno en que se manifiesta; el más
corriente son obras de reforma de una casa antigua, un nuevo habitante
en la misma, etcétera. Si se trata de un cambio anímico, suele ser un
hecho emotivo y/o trágico: el fallecimiento reciente de un familiar o el
nacimiento de un familiar, un cambio hormonal (adolescencia,
climaterio, menopausia), algo en todo caso emocionalmente significativo.
Se trata de las llamadas apariciones críticas. A veces concurren ambos
hechos.
Como las leyendas
etiológicas, los fantasmas se creen ligados a un lugar. Se afirma que
algunas veces han sido vistos y grabados traspasando muros sólidos, y
que algunos pueden mover o transportar objetos de leve peso, pero
siempre por poco tiempo. Supuestamente, obedecen a las leyes de la
perspectiva según el punto del espacio desde el que se los contempla;
muchos parecen sólidos y opacos, por lo que pueden ser filmados, se
reflejan en los espejos y producen ruidos sincronizados con sus
movimientos (pasos, etc). Generalmente dan la impresión de ser tan
reales como las personas vivas, aunque sólo durante un periodo de tiempo
muy breve.
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